Miércoles, 4 de Marzo de 2009

No está muerto quién pelea. Y decidí pelearle de nuevo a la fiaca, a la panza y a la ropa que me dice "viste, estás gooordo...".

Bueh, la cuestión es que el domingo hice el circuito que llamo de grande, la vueltita dentro del Ibirapuera. Corrí un poquito, pero nada que valga la pena mencionar. Me sorprendí al notar que a pesar de cansarme y dolerme todo al otro día, había andado bastante, mucho más que cuando se me metió en la cabeza esto de andar en la calle.

Hoy repetí el circuito, solo que con una diferencia: corrí todo lo que pude. Salí casi a las 6 de la tarde, y encontré mucho tránsito, y la basura de los edificios empeorando el olor del aire. Ignoré todo esto lo mejor que pude, y corrí de casa hasta la av. República del Líbano. Caminé hasta le parque, y corrí dentro del parque del portón 6 hasta el portón 8; después caminé hasta la av. Hélio Pelegrino, corrí dos cuadras, y caminé hasta llegar a casa. Me cansé, lógico, pero compensó.

1800 metros corriendo.
3800 metros de recorrido total.

Un abrazo a Cris, que al final es otra que se animó a correr, y no le hizo cara fea al frio.

Y un abrazo póstumo a mi viejo, que hoy cumpliría 65 años. Feliz Cumple Papá! Nos vemos allá arriba, algún día.