Jueves, 24/4/2008

Hoy tuve que hacer el examen periódico en el trabajo, ese que las empresas responsables hacen para poder echarte antes de que tengan que pagarte por algún daño a tu salud. Después de la revelación de conocerme con 99 centímetros de cintura y 84,2 kilos (sin zapatos!), decidí ponerme en campaña y hacer algo. Bloguear.

No, mentira. La idea del blog vino después, lo que se me ocurrió fue correr. Así, el fin de semana fui a comprar zapatillas decentes, y encontré unas Nike bien blandas, especiales para corrida, que me dolieron R$200, pero valen totalmente la pena. Excelentes, muy livianas, y especialmente ventiladas. Ahora solamente faltaba el coraje de salir a la calle y correr.

Y por qué correr? Unos años atrás iba a un gimnasio, tres veces por semana, con el mismo espíritu, sentirme mejor, reducir centímetros de cintura y quién sabe hasta perder algunos kilitos. Meses después, solamente había ganado mas peso, nada de perder cintura, y rajé una camisa en las espaldas por aumento de masa muscular. Ahí mandé el gimnasio a la PQP, y disfruté de mi totalmente sedentaria vida. Hasta ahora.